En estos tiempos no tan estrictos como antes, o donde existen menos prejuicios, el estar tatuado ya no es señal ni de marginalidad ni de delincuencia.
Sin embargo hay ciertas partes del cuerpo que mejor no tatuarse, ya que nuestra sociedad vive mucho de las apariencias, de cómo te ves y no es tan liberal como quizás nos gustaría que fuese.
Es por ello que un tatuador con un buen código ético no querrá tatuarte la cara o las manos, ya que son partes que siempre se enceuntra expuestas, lo que puede redundar en problemas sociales, laborales y personales, que el tatuador serio deberá tratar de evitar aconsejando bien a su cliente.
Sin embargo hay ciertas partes del cuerpo que mejor no tatuarse, ya que nuestra sociedad vive mucho de las apariencias, de cómo te ves y no es tan liberal como quizás nos gustaría que fuese.
Es por ello que un tatuador con un buen código ético no querrá tatuarte la cara o las manos, ya que son partes que siempre se enceuntra expuestas, lo que puede redundar en problemas sociales, laborales y personales, que el tatuador serio deberá tratar de evitar aconsejando bien a su cliente.
De todas formas vemos personas con ese tipo de tatuajes y si crees que puedes lidiar con ello, bien por ti. Sabrás que será muy difícil conseguir empleo, pero si tienes un trabajo independiente esto no será problema para ti.
Siempre hay que evaluar las consecuencias de nuestros actos antes de actuar, y un gran tatuaje muy visible puede traer consecuencias en tus actividades o relaciones.
Es muy importante por ello escuchar los consejos de un tatuador profesional que ya ha pasado por esto, tener muy claro lo que quieres tatuarte ya que es de por vida y no tatuarse antes de los 18 años ya que, difícilmente en la edad adulta tengas los mismos gustos que cuando niño y tu tatuaje puede no llegar a gustarte más. Cuídate y disfruta de las modificaciones corporales, no hagas de ellas una frustración futura o un impedimento.