El elefante es considerado habitualmente un símbolo de buena suerte. De hecho, mucha gente colecciona estatuillas de elefantes (también hay muchos coleccionistas de figuritas de otros animales, como ranas y cerdos) porque en muchas culturas los elefantes son un símbolo de la buena fortuna. Los elefantes habitaron en su día en toda la extensión de los continentes Africano y Asiático, y eran criaturas habituales en la vida de los pueblos indígenas de esas regiones a las que inspiraron multitud de leyendas y mitos, la mayoría de ellas seguramente debidas al temor reverencial que producían con su inmenso tamaño y su poder. El marfil proveniente de los colmillos del elefante ha sido un material de lujo muy apreciado desde la antigüedad hasta nuestros días, y se comerció con él en todo el mundo desde los tiempos más antiguos.
Los elefantes en África y Asia estuvieron también asociados con Reyes, Emperadores, Faraones, Rajás y la nobleza en general, y se emplearon en los conflictos armados de la antigüedad, desempeñaron el papel de los primeros tanques. Cuando Aníbal marchó con sus elefantes de guerra a través de los Alpes para conquistar Roma, aunque no representaban un recurso estratégico realmente importante, tuvieron un devastador efecto psicológico en los legionarios Romanos que se enfrentaron a ellos en batalla. Muchos de ellos se sintieron como si se estuviesen enfrentando con monstruos mitológicos.
En la India, el dios Ganesha, el cual tiene cabeza de elefante, es una figura prominente en el arte Hindú, y está presente en templos a lo largo de todo el sudeste Asiático. Los elefantes en Asia son tratados con reverencia, y son considerados divinidades benevolentes. En Asia hoy en día aún podemos encontrar ceremonias religiosas, en las que las personas realizan ofrendas a los elefantes, los lavan y los decoran con pigmentos especiales y aceites aromáticos, buscando recibir su bendición y protección.
Las manadas de elefantes son siempre conducidas por una hembra adulta, y los elefantes habitualmente viven hasta una avanzada edad, sobrepasando incluso a los humanos en algunas ocasiones. En tiempos de sequía, las manadas de elefantes siempre recorduerdan que manantiales y charcas suelen tener más agua. De ahí proviene el mito de que un elefante nunca olvida nada. Los elefantes siempre acuden en ayuda de otros miembros de su especie en problemas o dificultadas, y muchas veces velan el cuerpo de sus muertos durante varios días, negándose a abandonarlos. A causa de estos rasgos, los elefantes son símbolos de sabiduría, lealtad, fuerza, fidelidad y longevidad.
Los elefantes en África y Asia estuvieron también asociados con Reyes, Emperadores, Faraones, Rajás y la nobleza en general, y se emplearon en los conflictos armados de la antigüedad, desempeñaron el papel de los primeros tanques. Cuando Aníbal marchó con sus elefantes de guerra a través de los Alpes para conquistar Roma, aunque no representaban un recurso estratégico realmente importante, tuvieron un devastador efecto psicológico en los legionarios Romanos que se enfrentaron a ellos en batalla. Muchos de ellos se sintieron como si se estuviesen enfrentando con monstruos mitológicos.
En la India, el dios Ganesha, el cual tiene cabeza de elefante, es una figura prominente en el arte Hindú, y está presente en templos a lo largo de todo el sudeste Asiático. Los elefantes en Asia son tratados con reverencia, y son considerados divinidades benevolentes. En Asia hoy en día aún podemos encontrar ceremonias religiosas, en las que las personas realizan ofrendas a los elefantes, los lavan y los decoran con pigmentos especiales y aceites aromáticos, buscando recibir su bendición y protección.
Las manadas de elefantes son siempre conducidas por una hembra adulta, y los elefantes habitualmente viven hasta una avanzada edad, sobrepasando incluso a los humanos en algunas ocasiones. En tiempos de sequía, las manadas de elefantes siempre recorduerdan que manantiales y charcas suelen tener más agua. De ahí proviene el mito de que un elefante nunca olvida nada. Los elefantes siempre acuden en ayuda de otros miembros de su especie en problemas o dificultadas, y muchas veces velan el cuerpo de sus muertos durante varios días, negándose a abandonarlos. A causa de estos rasgos, los elefantes son símbolos de sabiduría, lealtad, fuerza, fidelidad y longevidad.
Fuente: tatuarte.org
